Estoy enfermo y no puedo pagar mi tarjeta de crédito. ¿Ahora que?
A la gente buena le pasan cosas malas. Usted puede ser la persona más responsable que haya aprobado una compañía de tarjetas de crédito, y puede suceder algo que dificulte o imposibilite el pago de su tarjeta de crédito, por ejemplo, una enfermedad grave.
¿Qué pasa entonces? ¿Existe alguna forma de evitar un incumplimiento de su tarjeta, o alguna forma de evitar que las acciones negativas de la tarjeta de crédito afecten su puntaje crediticio? La respuesta es «probablemente».
Los planes de emergencia pueden ayudar
Muchas empresas de tarjetas de crédito ofrecen programas de dificultad para los titulares de tarjetas que atraviesan tiempos difíciles, ya sea un despido, una enfermedad u otra emergencia. La lógica detrás de ayudar a un consumidor en tiempos difíciles tiene mucha evidencia que la respalda. Una compañía de tarjetas de crédito quiere al menos recuperar el dinero que le ha prestado para sus compras con tarjeta de crédito. Si además de eso puede generar algo de interés, mucho mejor.
Incluso en el peor de los casos, una compañía de tarjetas de crédito quiere obtener algo a cambio trabajando con el titular de la tarjeta en lugar de obtener nada porque el cliente incumplió con su deuda. Si un consumidor está en muy mal estado y la compañía de la tarjeta de crédito no le ayuda, aumenta la probabilidad de que el cliente incurra en incumplimiento.
Empiece la conversación
Las compañías de tarjetas a menudo no anuncian que tienen un programa para situaciones difíciles, ya que prefieren que recurra a dichos programas solo como último recurso. Es posible que no encuentre ninguna información en el sitio web del emisor de la tarjeta. Llame al servicio de atención al cliente y pregunte qué alivio pueden ofrecerle. Incluso puede lograr que el emisor esté de acuerdo con ciertas adaptaciones sin ingresar formalmente al programa de dificultades. Por ejemplo, el emisor puede permitirle omitir un pago, o puede renunciar a intereses o cargos por mora durante un mes, o puede reducir su pago mínimo requerido.
Esté preparado para discutir diferentes opciones y negociar. Si deja en claro que quiere cumplir con su obligación y que no quiere que la compañía de tarjetas se vea en una mala posición, está maximizando sus posibilidades de obtener un ajuste o una adaptación. No exageres. Solo se honesto.
Al final, no importa lo que digan los demás, todo es negociable. Cuanto más detallado sea el plan que elabore, mejor.